una carta als diaris

El pasado jueves día 11 a las 15,15 de la tarde tenia visita con el doctor del servicio de Inspección Médica para "valorar" mi incapacidad temporal.

Desde octubre del 2008 estoy oficialmente diagnosticada de Fibromialgia a lo que debo añadir dos operaciones graves en la columna lumbar a nivel L4L5 y L5S1, atrodresis instrumentalizada, injerto de crestas iliacas con reicidivas, etc.

Todo esto me ocasiona un dolor insoportable que todavía no entiendo como soy capaz de sobrellevar.

Pues bien, después de una primera visita con el citado "doctor" y de haberme remitido a otras dos visitas con un medico forense psiquiatra y a un instituto reumatológico que parecía la casa del terror, me recibe con 45 minutos de retraso.

Me empieza a leer los diagnósticos con una "abierta sonrisa sarcástica" en su cara y con acento prepotente e insolente. Dicha situación me deja paralizada. ¿Como es posible que me estén maltratando de esta forma tan descarada, a mi una persona enferma? ¿Como es posible tanta mala educación y falta de respeto por el paciente?

Cuando llegamos a una fase del informe psiquiátrico, a la frase de "al parecer también por haber sufrido episodios de violencia doméstica" aquí es donde su cara más se iluminó y su sonrisa se tornó en burlesca... 

¿Al parecer? Existen dos denuncias con sus correspondientes juicios que así lo corroboran. ¿Y como puede un "doctor" burlarse tanto y tan abiertamente de una persona y ya no digamos de un paciente?

Huelga decir que los informes emitidos están mal informados y redactados, ya que en una página indica que no tengo radiculopatía y a la siguiente dice todo lo contrario. Este mismo informe manifiesta "incapaz de realizar cualquier esfuerzo físico". Y en el informe psiquiátrico indica "que la paciente toma morfina para sus lumbalgias" cosa que es totalmente falsa y fácilmente demostrable.

Una vez finalizada la lectura de "la sentencia" me dice mirándome muy fijamente y sin abandonar su cara de placer "usted se mueve, usted camina, usted puede trabajar" A lo que yo pregunto, ¿no lo estará diciendo en serio?  Y el "doctor" responde "esto es lo que hay".

Abandono la consulta en la que ha tenido lugar la entrevista y en la que ahora entiendo por que no dejan entrar a terceras personas, para que no haya testigos del maltrato que allí se ejerce y me dirijo a poner una reclamación directamente en el mismo servicio de ICAM de Barcelona, en el paseo Valldaura.

Ahora estoy preparando un escrito para dirigir a la Sra. Marina Geli, consellera de Salut de la Generalitat de Catalunya y a continuación emprender las acciones legales correspondientes contra ellos.

He sido tratada como nunca en mi vida hubiera imaginado por los que se suponen deberian protegerme, me he sentido ridiculizada, despreciada y pisoteada. 

Yo sencillamente soy una persona enferma con largos años de evolución y que sufre fuertes dolores, tiene movilidad reducida, etc.

Señor "doctor" a las Instituciones que usted representa, nos vemos en los tribunales y que su burla se cierna sobre usted.